Ángel Guerra Cabrera. 6 de septiembre. La Jornada.
El título es de María Jimena Duzán en la revista Semana de Colombia, quien afirma que allí “se ha iniciado una toma de nuestro Estado que busca arrasar con las libertades individuales, con la independencia de los jueces, con el derecho al disenso… y con la voz de los pocos periodistas que todavía incomodamos”. Sintetizo su texto:
Quien nos está llevando a esa debacle es el expresidente Álvaro Uribe… Su discurso es cada día más antidemocrático… desde que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) se atreviera a imponerle… una medida de aseguramiento… por manipulación de testigos…
Uribe se ha dedicado –añade– a acabar con la Corte y con la oposición creando matrices falsas… ha contado con los servicios de la firma estadounidense DCI, experta en sembrar fake news y en campañas de desprestigio. La estrategia para destrozar a la CSJ no sólo se activó en Colombia, sino en Estados Unidos y se sigue pedaleando luego de que el tribunal le traspasó su proceso a la Fiscalía.
Las libertades individuales empiezan a ser proscritas por el partido de gobierno y su máximo jefe y todos los que forman parte de la oposición son puestos bajo sospecha. Así comenzó el fascismo: acabando con las libertades individuales e imponiendo una sola visión política a sus súbditos, continúa Duzán (véase https://www.semana.com/opinion/articulo/ uribe-el-fascista/701292). Al pan, pan…
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