Sputnik 10 de junio 2023
Especialistas estadounidenses reconocen el fracaso de la contraofensiva ucraniana, que no ha logrado avances en el campo de batalla pese a contar con el equipamiento militar y el respaldo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Con la ofensiva ucraniana ya en marcha, Kiev hasta ahora no tiene prácticamente nada que mostrar en materia de ganancias, mientras que las imágenes de los tanques Leopard y los vehículos de combate de infantería Bradley completamente destrozados (ambos son utilizados por las tropas ucranianas) ya han comenzado a circular en las redes sociales.
Por esa razón, ya son varias las voces de expertos que se han alzado advirtiendo de una dura derrota militar para Ucrania, y otro fracaso geopolítico para la OTAN, que otra vez vuelve a apelar al injerecismo en territorios lejanos para hacer avanzar sus propios objetivos, sin importar las vidas humanas que se pierdan.
A pesar de que Estados Unidos y sus aliados han estado proporcionando generosamente a Ucrania armamento y vehículos militares durante el conflicto en curso, las fuerzas ucranianas son "institucional y operativamente incapaces de absorber con éxito la amplia e inconsistente variedad de equipo y armamento" mientras luchan en el campo de batalla, dijo a Sputnik la teniente coronel retirada de EEUU Karen Kwiatkowski.
"Esto es culpa de EEUU y la OTAN, que buscan montarse sobre el patriotismo ucraniano para confrontar y hostigar a Rusia, con el objetivo de apoderarse de la tierra, la gente y los recursos de Ucrania cuando ya no quede nada del país, en una especie de mini-Plan Marshall, esta vez completamente administrado y conducido por capitalistas de amigos estadounidenses e internacionales, como Black Rock", añadió la también exanalista del Departamento de Defensa de EEUU.
La experta dijo que eran Estados Unidos y Gran Bretaña los que necesitaban que Ucrania lanzara esta contraofensiva, por tratarse de los principales financistas de la escalada bélica del régimen de Kiev contra Rusia, país que el máximo general de EEUU. Mark Milley, reconoció esta semana era su principal adversario junto a China, al disputarle su rol como potencia hegemónica en el mundo.
"Claramente, lo que Ucrania necesita es encontrar una manera de salir del ciclo político estadounidense y la obsesión de expansión organizativa de la OTAN, y hacer las paces", reflexionó Kwiatkowski.
La especialista también lamentó que, hasta ahora, los políticos de EEUU y el Reino Unido estén reprimiendo cualquier intento del lado ucraniano de enviar señales de buscar una resolución pacífica al conflicto.
En tanto, el director ejecutivo de la organización no gubernamental (ong) Consejo para el Interés Nacional y exjefe de estación de la CIA —Agencia Central de Inteligencia—, Phillip Giraldi, ha alertado que los medios de comunicación occidentales han estado tratando de hacer parecer que la contraofensiva ucraniana está teniendo éxito y que las fuerzas del régimen de Kiev están invadiendo las posiciones rusas.
En ese sentido, y a pesar de lo que ocurre en el campo de batalla, Giraldi denunció que los políticos en EEUU, el Reino Unido y Alemania están obligados a "hablar positivamente sobre lo que está ocurriendo" en Ucrania, ya que la ciudadanía en sus respectivos países está comenzando a volverse en contra del conflicto "al continuar sin final a la vista y consumir cientos de miles de millones de dólares en equipamiento”.
El funcionario de la CIA sugirió además que los ciudadanos en Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania no aprueban el hecho de que sus gobiernos respalden directamente al régimen de Kiev, al que describió como "un régimen que casi todos admiten que es irremediablemente corrupto".
"Se habla aquí en Washington de que los generales ucranianos podrían deponer a [Volodímir] Zelenski e iniciar negociaciones con Moscú", agregó Giraldi.
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