Tatiana Coll La Jornada 15 de octubre 2024
Este es el título de un apasionante e interesante libro escrito por Fabián Escalante Font, entretejiendo recuerdos y documentos, publicado por el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba. Se sitúa en los años 70, cuando los tentáculos de la llamada Operación Cóndor se extendían por el Cono Sur latinoamericano, encabezados por la CIA y las dictaduras de Chile, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay, que cínicamente denominaron guerra por los caminos del mundo. El autor Fabián Escalante Font, nacido en 1940 en La Habana, Cuba, participó muy joven en los procesos revolucionarios, fue fundador del Departamento de Seguridad del Estado en los años en que Cuba enfrentó un constante y despiadado ataque terrorista como nos acaba de recordar Rosa Miriam Elizalde en La Jornada (10/10/24).
En silencio ha tenido que ser y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, explicó José Martí en carta a su amigo Manuel Mercado, refiriéndose a la organización de la nueva y definitiva lucha por la independencia. Desde el lejano 1917 en la naciente URSS se creó la Comisión Extraordinaria para Luchar contra el Sabotaje y la Contrarrevolución; las revoluciones que le siguieron, para sobrevivir tuvieron que desarrollar la organización de acciones encubiertas. Quienes en Cuba las realizan andan ocultos, como señaló Martí, viven incluso en las entrañas del enemigo mortal, aparentando ser lo que no son con ojos tan profundos como con ojos de guardián del sol, cantó Silvio Rodríguez. Algunos de estos sigilosos valientes han salido gradualmente a la vida real y nos cuentan cómo evitaron muchas veces verdaderas catástrofes.
El libro de Escalante, uno de estos encubiertos, se sitúa en las acciones que tuvieron que desarrollar en el Perú de los 70, pero, como dice el autor, bien pudo situarse en Róterdam, donde un centro de la CIA reclutaba marinos y oficiales de la marina mercante o pesquera para volar barcos cubanos; o en Venezuela, donde Orlando Bosch o Posada Carrilles junto con la CIA desarrollaban acciones desestabilizadoras O en México, el asesinato del cónsul, España, en cualquier sitio donde realizaron asesinatos, atentados contra sedes diplomáticas, y todo tipo de acciones para socavar las relaciones políticas culturales o comerciales con Cuba.
El personaje central de la novela-documento histórico, Raúl, explica que repasando las causas que originaron su repentino viaje al legendario país de los incas, detalladas por el agente Marcos recién incorporado a la CIA, su propia experiencia al conversar con el general Morales Bermúdez, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas peruanas y también de la sostenida con Otto, oficial de inteligencia militar, “era evidente el incremento de la ofensiva de la agencia y de los grupos contrarrevolucionarios que actuaban en Lima. Cartas bomba, tiroteos a instalaciones diplomáticas, intensos sabotajes y voladuras de buques de pesca que operaban en ese país, (el 11 de junio por la madrugada se lanzaron granadas F-1 contra barcos pesqueros fondeados en el Callao)… provocaron la decisión del alto mando de la seguridad cubana de proteger estos objetivos y desarticular el proyecto terrorista”. En el Perú bajo el mandato del general nacionalista Velasco Alvarado se había desarrollado un fructífero intercambio con Cuba, muy especialmente el acuerdo de permitir a la flota cubana pescar en aquellas ricas aguas. Yo misma vivía en aquellos años en Cuba y disfrutamos las merluzas y demás delicias marinas. El suelo peruano era muy delicado, poderosas fuerzas se movían contra el general, dentro del propio ejército y fuera.
En medio de una intensa campaña mediática para denigrar a Cuba y las acciones para aislarla y vulnerarla, “se adoptó la estrategia correcta, aquella que fue denominada ‘búsqueda operativa’, basada en la doctrina de Fidel, romper los esquemas y fronteras ficticias y salir a penetrar al adversario donde tuvieran sus centros de dirección, y ésta era la razón del viaje de Raúl al país de la legendaria Machu Picchu”, su entrada quedó sellada en el pasaporte: 24 de noviembre de 1974; con estos datos arranca el libro.
Ágil y detallado, el libro avanza en 10 capítulos cuyos títulos reflejan certeramente el despliegue de las acciones: Preámbulo de un combate; Los preparativos; Operación INCA; Comienza el juego; Misión en Francia; Regreso a casa; La confrontación; Un golpe contundente, y El final se precipita. Éste narra el golpe de Estado a Velasco y su rápida sucesión por Morales Bermúdez, quien aducía que con ello frenaría a los radicales y el Perú volvería a ganar la confianza de EU. Raúl concluyó el cable cifrado, comprendió que se jugaba todo a una sola carta, y que desde ese momento estaba prácticamente solo. La CIA sabe que su mayor problema es la posibilidad de que sus agentes sean dobles agentes, o sea que trabajen para el enemigo.
(Para comprar el libro comunicarse al 55-1652-7634.)
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