Adrián Juárez
El presidente Donald Trump anuncia un arancel general del 5% contra México como castigo por la inmigración ilegal. El impuesto afectará a todos los productos a partir del 10 de junio y puede escalar al 25% si Washington considera que México no toma medidas para frenar la migración (que ellos provocan). Luego de la amenaza de imponer aranceles del 5% a los productos mexicanos AMLO responde a Trump: "El lema Estados Unidos es primero, es una falacia". Recuerde que los problemas sociales no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas", "No me falta valor y no soy cobarde".
Es importante y necesario que no sigamos con las políticas de sometimiento, Apoyar el desarrollo económico propio #porlasoberanía. Industria, agricultura, servicios, ciencia y tecnologías nacionales. No seguir sujetos a las exportaciones, mientras se destruye la economía nacional.
La migración es provocada por las políticas de expoliación de las potencias capitalistas sobre las economías de los países sometidos, como México y Centroamérica. El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y otros organismos internacionales están al servicio de Washington. Estados Unidos es responsable directo de la guerra, violencia, desempleo, pobreza, disparidad salarial de los países como México y Latino américa y el Caribe, en busca de su sobrevivencia millones de personas se ven obligadas a migrar de su lugar de origen hacia el Norte. Estados Unidos es responsable del fenómeno migratorio, pero nos echa la culpa como si los patos le tiraran a las escopetas.
Frente a ésta situación es importante y necesario que no sigamos con las políticas de sometimiento apoyar el desarrollo económico soberano del país, su industria, agricultura, servicios, ciencia y tecnologías nacionales y no seguir sujetos a las exportaciones, mientras se destruye la economía nacional. Ya está plenamente comprobado que el Tratado de Libre Comercio no ayudó a la economía ni al país. Por lo contrario ha sido nefasto para el desarrollo de México, como se ha podido constatar en los últimos 25 años, que son de los peores de la historia de nuestro país. Cuando se anunció el Tratado de Libre comercio, el “ingreso al tercer mundo” y al mundo globalizado se nos prometió una vida mejor, pero a partir de 1994 aumentó la migración hasta alcanzar casi un millón al año, una década después habían migrado 10 millones de mexicanos porque la situación de pobreza y marginación se agudizó, pero también la violencia ya que el crimen organizado disparó los índices de inseguridad, que de hecho son uno de los factores que obliga a la gente a migrar.
La apología de la inversión extranjera, el endeudamiento externo, los tratados comerciales ocultan los mecanismos de saqueo de nuestra riqueza y sobreexplotación de nuestros trabajadores. Toda esa riqueza que sale del país para engordar a unas cuantas corporaciones se acumula a costa de nuestro bienestar, nuestro desarrollo económico independiente, nuestros trabajadores, nuestro medio ambiente, nuestra paz y seguridad. Los grandes negocios de venta de armas y compra de drogas nos llenan de violencia. Toda esta situación provoca desempleo, pobreza, inseguridad, contaminación, falta de agua lo que expulsa a pueblos enteros de su tierra y migran en búsqueda de una vida para sus familias.
La migración es un síntoma claro del fracaso del actual sistema económico internacional y del fomento de la guerra y la violencia por parte de los países imperialistas y solo se corregirá con una profunda transformación de la economía y la sociedad que dispare el desarrollo económico, social y cultural y rompa las cadenas de sometimiento. En una economía que fomente el mercado interno, el desarrollo interno, los fuertes lazos comunitarios podrá la gente encontrar alternativas para una vida mejor dentro de su país, su región, su localidad sin verse obligado a irse lejos arriesgando hasta la vida.
Hay que atacar los síntomas, pero sobre todo a la enfermedad. La migración es producto de la globalización capitalista que tanto daño ha hecho al mundo entero y a las decenas de millones de familias desplazadas. Ataquemos la raíz del problemas. Para comenzar se debe de dejar de criminalizar al migrante, porque trabajar no es un crimen y ningún ser humano es un delincuente porque busque un lugar para sus familias. Si las mercancías, los capitales, los transportes traspasan libremente las fronteras ¡¿Porqué no los seres humanos !?
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