Ernesto López
Indignación contra el raterillo, pero se ignora al gran ladrón. Una tremenda golpiza le han dado a un ladronzuelo que roba para malvivir. Hay miles de mexicanos pobres en México, sin embargo, la gran mayoría de estos mexicanos no roban para sobrevivir.
Este mexicano asalta a los pasajeros que toman las “peseras”. Pensemos que en esta ocasión hayan sido 6 pasajeros, no sabemos cuánto les iba a robar a cada uno y cuánto haya sido el monto total del botín de este mexicano asalta combis.
Pero imaginemos una cantidad y multipliquémosla por 6 años de robos continuos (un sexenio). Un dineral sin duda, pero ahora comparemos con lo que un neoliberal puede robar en un sexenio. Esta cantidad si la sabemos pues a los mexicanos nos la robaron hace poco tiempo.
Ahora comparemos lo que este mexicano “roba peseras” robó en un sexenio, con lo que otro mexicano neoliberal puede llegar a robarnos en un sexenio a muchos mexicanos.
La cantidad robada por el neoliberal asciende a por lo menos 500 mil millones de pesos robados a muchos más mexicanos en un sexenio. Este dinero robado por los grandes ladrones equivaldría a que les robaran a 11 millones de trabajadores su salario mínimo todos los días durante un año.
La comparación entre los montos de lo robado entre el pequeño ladrón y el gran ladrón probablemente sea ridícula, sin embargo, el cúmulo de memes en la red, la condena y la sed de venganza contra el pequeño ladrón es gigantesca, en cambio los memes, la condena y la repulsa al mega ladrón neoliberal es casi inexistente.
La pregunta que surge de inmediato sin duda es: por qué esta gran discrepancia e injusticia del pueblo al señalar, castigar y linchar mediáticamente al pequeño ladrón y en contraste para el mega ladrón hay casi un silencio sepulcral, con honrosas excepciones, para exhibir, condenar y culpar mediáticamente al gran ladrón.
La respuesta sin duda es la falta de una buena educación y de una gran politización ciudadana, algo que los malos gobernantes y los malos empresarios, aclaro, no todos, nunca han querido que tenga México, pues el mayor enemigo de la nefasta mancuerna gobernantes–empresarios, son los ciudadanos educados, críticos y politizados.
De hecho, si ya estuviéramos politizados y organizados, jamás habrían llegado al poder este tipo de gobernantes corruptos que hacen sucios negocios con empresarios igual de corruptos. Y todo al amparo del poder.
Realmente, y a las pruebas nos remitimos, a los que han dejado encuerados estos mega ladrones empresarios y gobernantes neoliberales, y al parecer no se han percatado de ello, dada su falta de educación y politización, es a los casi 130 millones de mexicanos engañados en los sexenios neoliberales.
El gran antídoto ante esta pandemia neoliberal que se está dando en todo el mundo es la educación, la politización y la organización de todos los pueblos del mundo avasallados por este mortal neoliberalismo. El pueblo de México no es la excepción.
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