LOS SIONISTAS INTENSIFICAN EL GENOCIDIO

Foto: Granma

Pablo Moctezuma Barragán

La atención mundial está enfocada en la andanada de aranceles que, por medio de órdenes ejecutivas, ha impuesto el presidente Donald Trump en su “Día de la Liberación”, en el que recetó aranceles a la mayoría de sus “socios comerciales” y hasta en islas donde solo habitan pingüinos como Keeling, Heard y McDonald, así como Norfolk, que están prácticamente deshabitadas y son principalmente hogar de fauna silvestre, incluyendo, sobre todo, pingüinos.

Mientras la atención está en la guerra comercial, en el Medio Oriente se lleva a cabo un crimen de forma abierta y descarada. Los sionistas de Israel están rompiendo la tregua acordada el 21 de enero pasado, han continuado sus ataques, su violencia genocida y su limpieza étnica en Gaza y Cisjordania.

El 18 de marzo, Israel retomó los bombardeos sobre Gaza causando, desde aquel día, más de 1000 muertes según el Ministerio de Salud Palestina. Desde octubre de 2023 han muerto más de 50,000 personas, quedando heridas 113,000 según cifras oficiales avaladas por la ONU, aunque en realidad han sido muchas más por la cantidad de desaparecidos y de cadáveres todavía sepultados entre los escombros. Como es sabido, la mayoría de las víctimas son mujeres, niñas y niños.

El 23 de marzo en uno más de sus descarados crímenes de guerra, la entidad sionista dirigió sucesivos ataques aéreos contra miembros de la Media Luna Roja (PRCS, por sus siglas en inglés), asesinando a 15 médicos y rescatistas, además de un miembro de la ONU, quienes realizaban tareas humanitarias dirigiéndose a la zona de Hashashin en Rafah para prestar primeros auxilios a varias personas heridas por los bombardeos israelíes en la zona.

La Media Luna Roja Palestina anunció el lunes 7 de abril que el convoy de ambulancias atacado por el ejército de Israel, sufrió en realidad tres ataques separados de las fuerzas armadas. La organización, que mostró a la prensa en su sede en Ramala, centro de Cisjordani,a un nuevo video grabado por uno de sus ambulancieros cuando se dirigían al lugar del ataque, asegura que una primera ambulancia fue objetivo del fuego de las tropas. Después, el convoy que acudió en su busca fue víctima de los disparos y, en tercer lugar, el ejército disparó contra la última ambulancia que llegó para asistirlos según informa el medio alemán DW.

Después, los sionistas estadounidenses e israelíes siguieron intensificado el genocidio y el terrorismo contra Palestina, el 24 de marzo, los ataques dejaron 61 palestinos muertos, el dos de abril asesinaron a 68 personas y el domingo seis de abril bombardearon Khan Younis al sur de Gaza, asesinando a 44 personas y dejando decenas de heridos. Los bombardeos de Israel, los asesinatos en masa, la destrucción de la infraestructura, el hambre y la sed, revelan claramente su intento de desplazar por la fuerza al pueblo palestino. Quieren despojarlos totalmente de su territorio, pero ellos resisten heroicamente y lo seguirán haciendo.

Aplicando sus siniestros planes, EU e Israel se han puesto en contacto con tres países de África oriental para usar sus territorios como posibles destinos para reasentamientos forzados de palestinos. El diario estadounidense The Associated Press, en un informe divulgado el viernes 14 de marzo, ha revelado la determinación de ambos países de impulsar un plan para crear asentamientos en Sudán, Somalia y Somalilandia donde ubicar a los palestinos desterrándolos de su tierra natal.

El mundo condena con indignación la expulsión de los habitantes de Gaza y repudia que el presidente de Donald Trump proponga que Estados Unidos tome el control de la franja de Gaza desplazando a los residentes palestinos a otros países como “una transacción inmobiliaria”.

La oposición en Estados Unidos al apoyo de Washington en el genocidio es muy grande, en marzo se realizaron manifestaciones masivas para condenar la complicidad y el financiamiento que el gobierno que ha dado al régimen de Tel Aviv (más de 100,000 millones de dólares en una década) además para denunciar y oponerse a la persecución y criminalización de las personas, colectivos y movimientos conscientes que apoyan a Palestina.

El gobierno de Donald Trump ha perseguido con especial saña a estudiantes y maestros de universidades, e incluso a estudiantes internacionales acusándolos de ser una “amenaza para Estados Unidos”. Como ejemplo de ello: a Mahmud Jalil, impulsor de las protestas en la Universidad de Columbia en 2024, lo arrestaron y pretenden deportarlo. Esto condujo a la organización de una vistosa protesta en el vestíbulo de la Torre Trump en Nueva York, exigiendo su liberación.

En todas las principales ciudades de Estados Unidos y de Canadá se han realizado miles de acciones en apoyo del pueblo palestino. En México, América Latina y el Caribe, Europa, Asia Occidental y África, en cada rincón del mundo son constantes las movilizaciones para que cese el genocidio y se respete la soberanía palestina sobre su territorio que ha sido ocupado progresivamente desde 1948 por Israel. También en su vecino Egipto se han movilizado decenas de miles en todas las ciudades exigiendo fin a la limpieza étnica y apoyando el derecho de Palestina a existir.

El expansionista Israel al mismo tiempo ha desatado la guerra contra el Líbano, con bombardeos que han ido escalando desde 2023.

El 25 de septiembre de 2024, Estados Unidos, la Unión Europea, Qatar y varios otros países pidieron un alto el fuego de 21 días entre Israel y el Líbano, el líder de Hezbolá, Nasralá, expresó su acuerdo con esta propuesta de alto el fuego, pero el 27 de septiembre, Israel asesinó a Nasralá y el primero de octubre comenzó la invasión terrestre.

Desde finales de octubre se propuso un alto el fuego de 60 días, pero Israel dilató el acuerdo hasta el 27 de noviembre de 2024, fecha en que su gabinete de seguridad aprobó finalizar sus ataques. El entonces presidente estadounidense Joe Biden declaró ese día que el acuerdo estaba “diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades”.

Sin embargo, solo fue una simulación pues el dos de diciembre Francia informó que Israel había violado el alto el fuego 52 veces. El 20 de diciembre, la agencia de noticias libanesa, National News Agency (NNA) denunció que desde el 27 de noviembre Israel había violado las condiciones del alto el fuego al menos 259 veces, con 31 personas asesinadas y otras 39 heridas durante dichas violaciones.

Posteriormente, en abril, Esmail Baqai, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, señaló que “el régimen sionista ha cometido más de 2000 violaciones de la tregua” en el Líbano, subrayando que estos continuos ataques y asesinatos de los ciudadanos libaneses violan la integridad territorial y socavan la soberanía libanesa.

Por otro lado, en Yemen, en una nueva campaña de agresiones que han iniciado Washington y Londres, al menos 31 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas en los ataques aéreos lanzados en la noche del sábado y la madrugada del domingo 23 de marzo contra varias ciudades de Yemen, según el Ministerio de Salud de este país. Los ataques, ordenados directamente por el presidente estadounidense, Donald Trump, se producen en un claro apoyo de Washington al régimen israelí después de que Yemen había declarado la reanudación de sus ataques con drones y misiles balísticos contra barcos vinculados a Israel, hasta que las autoridades israelíes levanten el bloqueo de la ayuda humanitaria a la Franja palestina, anunciado el 2 de marzo.

El 15 de marzo pasado, Donald Trump, anunció ataques a gran escala contra el movimiento Ansarolá (hutíes), que controla el norte de Yemen y que desde octubre de 2023 ha llevado numerosos ataques contra embarcaciones mercantiles y militares relacionadas con Israel, incluidos barcos norteamericanos.

Estados Unidos ha atacado decenas de infraestructuras vitales en Yemen desde ese día. A pesar de que funcionarios de defensa estadounidenses afirman que se están centrando en los sitios de lanzamiento y almacenamiento de misiles del movimiento popular yemení Ansarolá, los bombardeos han alcanzado zonas residenciales y matado a muchos civiles inocentes. Yemen, por su parte, ha prometido dar una respuesta contundente a los agresores y asegurado que los bombardeos no socavarán su compromiso con la defensa del pueblo palestino ante Israel.

La solidaridad internacional no se ha hecho esperar, el canciller iraní Seyed Abás Araqchi condenó el 23 de marzo la nueva agresión de EE.UU. y Reino Unido a Yemen y asegura que la guerra contra el pueblo resistente yemení está abocada al fracaso.

En los días que corren EU sigue bombardeando Yemen, siendo denunciado el sábado 5 de abril porque sus cazas atacan indiscriminadamente a la población, matando campesinos yemeníes con el pretexto de combatir a Ansarolá.

Otro blanco en la zona ha sido Irán. Hace casi siete años, el 8 de mayo de 2018, Trump rompió el pacto nuclear con Irán y restableció las sanciones, fracturando la armonía internacional y abonando a la inestabilidad de la región, lo hace enfrentando la oposición y presiones de Francia, Alemania y Reino Unido.

Dando un giro inesperado, el 8 de marzo de 2025, Trump anunció que pretendía negociar un programa nuclear con Irán, luego de años de sanciones y agresiones, recordemos el asesinato por órdenes directas de Trump, el tres de enero de 2020, de Qasem Soleimani en Bagdad, el segundo hombre más importante del gobierno de Irán y el más alto mando militar como comandante de la fuerza Quds.

Las tensiones entre Estados Unidos e Irán y la injerencia del primero en el Medio Oriente han llevado a un clima de máxima tensión. Sin embargo, Abás Aragchi, ministro de Exteriores del país persa, ha declarado que Irán mantendrá una postura abierta a un diálogo directo con Estados Unidos acerca de su programa nuclear, siempre y cuando el Gobierno encabezado por el mandatario Donald Trump no ejerza una política de “máxima presión” contra Teherán, según reveló el periódico Sputnik.

Y en el colmo de las cosas, luego de continuos ataques a Irán, Trump lanza amenazas terroristas de bombardearlos “como nunca se había visto”, si el país no llega a un acuerdo sobre sus capacidades de desarrollo nuclear. "Si no llegan a un acuerdo, habrá bombardeos", dijo a NBC en una entrevista telefónica el 30 de marzo.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, respondió el 31 de marzo diciendo que si bien Irán cree que un ataque estadounidense es poco probable, "si cometen alguna travesura, seguramente recibirán un fuerte golpe recíproco". Acusó a Estados Unidos de "intimidación" y dijo que Irán "definitivamente no aceptará sus expectativas".

Los crímenes de los sionistas no paran, aun así, no han logrado ni lograrán nunca romper la resistencia y dignidad de los pueblos que atacan. El mundo apoya la resistencia palestina contra el genocidio estadounidense e israelí en curso y exige que cesen ataques contra el Líbano, Yemen e Irán. Crece la resistencia de los pueblos y la solidaridad mundial, que debe redoblarse para obligar a los gobiernos genocidas y a sus cómplices de Occidente a parar la agresión, además de que todos los criminales y sus secuaces deben ser castigados.

Tarde o temprano el triunfo será del pueblo palestino y de sus pueblos hermanos de Irán, Yemen y Líbano. En medio de las turbulencias actuales que causa Washington, la atención prioritaria debe centrarse en apoyar esta causa justa, en la que se juega el destino de todos los pueblos y de la humanidad, como sucedió hace 80 años en la lucha contra el nazifascismo que fue completamente derrotado. También en el siglo XXI los genocidas serán vencidos, porque los pueblos y las naciones aspiran a un mundo donde no prive el terror y la muerte, sino la paz y la armonía internacionales que se basa en el respeto de los derechos de todas y todos.